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COCTELES FAMOSOS

Dedicado a la hoteleria en el desarrollo de alimentos y Bebidas
El Tom Collins

Grill Bolívar, Eds Bar, El Torero, El Negro-Negro y otra docena de lugares fashion.
Teníamos todavía meses y hasta años, de paciente espera, para poder ser asiduos parroquianos a las diversas discotecas de esa muy tranquila Lima, pero el tema de conversación en el barrio, sobre estos lugares era frecuente. Comentábamos experiencias ajenas y planificábamos al detalle con quien iríamos y a donde. Por supuesto teníamos que ser unos expertos bailarines de bolero y música romántica americana en general, esos lugares eran para enamorados y la música preferida era la de Lucho Gatica, Roberto Ledesma y en especial The Platters con sus inolvidables only you y somoke gets in your eyes.
Hasta que llego el momento de hablar sobre cual era la bebida más conveniente para consumir, el whisky era caro y “para viejos”, la cerveza “no era elegante” y nuestro pisco simplemente no existía en el vocabulario de los jóvenes de la época, ya que era la bebida de nuestros padres y abuelos.
Uno de los entrañables muchachos del barrio, Felipe Cáceres, no dijo que su primo mayor y experimentado galán, le había recomendado un cóctel llamado Tom Collins, era fresco, las chicas también podían tomarlo pues no tenia mucho alcohol y era bien rendidor por su gran tamaño.
Como todavía faltaban algunos meses para cumplir con nuestro gran deseo de fiebre de sábado por la noche, se nos ocurrió  probar el Tom Collins con la debida antelación. Conseguir la receta fue fácil por que se la pedimos a un muy buen barman profesional, Alejandro Pomajambo que trabajaba en el mejor restaurante criollo de esos años El Tradición y que el dueño era nada meno que mi hermano. Alejandro era muy amigo y hasta ahora tengo en mi archivo la recetas en una  hoja de papel escrita a mano.
- 60 cc de Gin.
- 30 cc de jugo de limón.
- Un toque de jarabe de goma dulce.
- Hielo a discreción.
- Canadá dry.
- Un marrasquini, Un rodaja de cáscara de limón para decorar,  una ramita de menta o hierbabuena.
El vaso, largo, muy largo, había que llenarlo hasta la mitad con hielo hecho con agua  pura, se le añadía el gin tanqueray o beefeater, el zumo del limón recién exprimido y el almíbar y se llenaba el resto del vaso con  la soda. Luego la decoración, un removedor y listo.
Alejandro nos contaba que este cóctel era muy antiguo, quizás uno de los primeros, originario de Londres y tenia nombre propio, John Collins, jefe de camareros del Limmers Hotel de Mayfair, al principio usaba ginebra Dutch que era muy amarga y no fue popular hasta que cruzó el océano y recién en Estados Unidos se cambio el gin por el Old Tom Gin, mucho mas dulce y de allí venia el nombre de Tom Collins.
Hay una versión del cóctel llamada John Collins que se hace con bourbon o con whisky y ahora hasta algunos atrevidos le ponen un poco de jugo de naranja. Ahora en las barras se consume poco, pero los de mi generación recordamos todavía con nostalgia nuestros primeros Ton Collins, que sin duda los disfrutamos plenamente con suave música incluida. (JAC)
  

14. Johnny Carson. (1925-2005) Nacido en Corning, Iowa, es el creador de un estilo en la  televisión que hasta ahora muchos intentan imitar. Su humor es una mezcla de astucia, ingenuidad y malicia que resultó siempre muy simpática. Considerado una de las figuras más legendarias de la pequeña pantalla, Carson cobró fama con sus críticas mordaces a políticos y otras personalidades del mundo social internacional. Este famoso cómico y presentador norteamericano inmortalizó una frase relacionada al Martini, cuando intentaba definir el concepto de la felicidad perfecta. Entonces dijo: "La felicidad es encontrar dos aceitunas en el Martini, cuando tienes hambre". En 1992, recibió la Medalla Presidencial a la Libertad, la condecoración más destacada a la que puede aspirar un civil en su país y que le fue entregada porque "con decencia y clase, hizo pensar y reír a los Estados Unidos". Falleció el 23 de enero de 2005 a los 79 años en su casa de Malibú (California) de un enfisema pulmonar.


15. James Bond. En la película "Otro día para morir" (2002) James Bond recibe una elegante copa de Martini que le ofrece una linda aeromoza en plena turbulencia. "Por suerte me gusta revuelto" responde el espía seductor. Más adelante ordena un Vodka Martini en la fortaleza congelada del villano de turno "con bastante hielo", evidentemente. En la cinta "Nunca Digas Nunca Jamás" (1983) un maduro Sean Connery con bisoñé acaba de ser salpicado por la sexy y mortal Barbara Carrera. "Pero mi Martini aún está seco. Mi nombre es James", es su oportuna respuesta. Ya sea en un casino en Tangiers, o una suite de lujo en Río de Janeiro, un Martini "revuelto y no batido" es una pieza de equipo casi tan importante para el agente 007 como su inseparable Walther PPK o cualquiera de los artilugios de Q, y es la única bebida que puede hacerle competencia al Champagne Bollinger, otro de los favoritos de Bond. Ian Fleming, creador del célebre personaje, describió claramente (en el capítulo siete, para ser exactos) el Martini favorito del Doble Cero en su primera novela, "Casino Royale" (1953): Tres medidas de gin, una de vodka y media de vermut. Agitar hasta que esté bien frío y luego servir con una generosa cáscara de limón. A esta mezcla le puso "Vesper", en honor a la bella doble agente de la historia.  

¿Por qué James Bond, un gran conocedor de vinos y licores, prefiere su Martini revuelto y no batido? Es la pregunta que frecuentemente recorre los bares de todo el mundo y que podría tener su respuesta en que cuando un Martini se revuelve con hielo, la bebida termina transparente porque los elementos se mezclan delicadamente. En cambio, batido mantiene un efecto nebuloso, pues el hielo se rompe en pedazos más pequeños y el frío se reparte más rápido pero en forma descontrolada. ¿Probablemente Bond se cubría así de un potencial envenenador? Sin embargo, es probable que un bebedor experimentado no pueda diferenciar entre uno y otro. Lo que sí parece sorprendente, y que explicaría el inacabable vigor de Bond, es que un equipo de biotecnólogos descubrió recientemente que las naturales propiedades antioxidantes del gin y del vermut se incrementan al ser mezclados, y más aún, al ser agitados, éstas se elevan poderosamente.
 
16. Kim Cattrall. (1956) La rubia actriz británica que da vida a la desinhibida Samantha Jones en la famosa serie "Sex and the City" (1998-2004) ha escrito un exitoso y polémico libro titulado "Sexual Intelligence" en el que describe sus encuentros amorosos con todo tipo de hombres: "Jóvenes, maduros, millonarios, granjeros, bomberos, modelos, etc.", pero lo único que tenían en común era que todos disfrutaban de un buen Dry Martini. "¿Es Martini puro o tiene una mezcla?" es la pregunta que en una ocasión le hace Samantha a su amiga Carrie Bradshaw al querer averiguar si el hombre que acababa de conocer, y que aún las escuchaba, era heterosexual o gay.

17. El Cine y la Tevé. Cómo estarán de emparentados el Séptimo Arte y el Rey de los Cocteles que la última toma del día en los estudios cinematográficos se denomina "toma Martini", refiriéndose a que cuando se apaguen las luces y la película se almacene en sus latas, el personal de producción irá en busca del bar más cercano en pos de su bebida favorita. Incontables litros de Martini han discurrido por la pantalla de plata y para el lector podría ser un pasatiempo muy divertido catalogarlos uno por uno. Sin contabilizar al ya mencionado James Bond (el embajador cinematográfico número uno del Martini), nos gustaría mencionar algunas representaciones inusuales, como la de la película "Hitch" (2005), en la que el experto en citas personificado por Will Smith maneja la indispensable habilidad de adivinar la "accesibilidad" de las damas con solo observar cómo toman su Martini.

 
18. En la disparatada cinta que mezcla acción en vivo con animación "Looney Tunes: Back in Action" (2003), Bugs Bunny se sirve un Martini a la mejor usanza de los espías y lo decora con una mini zanahoria, en vez de la proverbial aceituna.
  

19. En la comedia clásica de crimen y misterio "The Thin Man" (1934), el detective Nick Charles (William Powell) filosofa musicalmente sobre cómo preparar el Martini ideal: "Lo importante es el ritmo. Siempre revuélvelo con ritmo. Revuelve el Manhattan a ritmo de fox-trot, el Bronx a paso doble, y el Martini seco revuélvelo siempre a ritmo de vals".

20. En cuanto a la pantalla chica, no cabe duda que "Sex and the City" puso de moda el Martini para el nuevo milenio, sobre todo entre las damas sofisticadas.
21. Pero no queremos dejar dar crédito a Brian, el perro genio y hablador de la irreverente comedia animada "Padre de Familia" (1999), siempre haciendo comentarios existenciales con su copa en la mano.
22. Maxwell Smart, el entrañable "Súper Agente 86" (Get Smart, 1965-1970), tuvo que enfrentar uno de sus más estrafalarios desafíos cuando un radio receptor de KAOS, camuflado como una inocente aceituna, va a parar al Martini y posteriormente al estómago de Carol Burnett.
  23. Merecen un reconocimiento especial los cirujanos militares de la serie M*A*S*H (1972-1983) que ironizaban sobre la guerra y la condición humana sorbiendo sendos Martinis que preparaba con el gin destilado por ellos mismos en plena jungla durante el conflicto armado en Corea, que dicho sea de paso duró mucho menos que el longevo programa. En un capítulo de la primera temporada, el capitán "Ojo de Halcón" Pierce declara haber encontrado la fórmula del más perfecto y seco Martini del mundo: le pones seis medidas de gin y te lo tomas mirando una foto del inventor del vermut.
24. El último galán de Hollywood del siglo XX, George Clooney,con su cara de guapo y su sonrisa oscilante entre buena persona y pícaro seductor, es muy requerido por las marcas y tan conocido por portagonizar "Urgencias" o "Ocean"s Eleven" como por sus anuncios de Martini.
El Martini y los Famosos
  8. Ernest Hemingway. (1899-1961) Gran escritor y periodista norteamericano nacido en Oak Park, Illinois  y fallecido en Ketchum, Idaho. Fue testigo de las dos grandes guerras del Siglo XX. Existen muchas anécdotas sobre la liberación de París en la segunda Guerra  Mundial y muchas de ellas han sido llevadas al cine, pero una de nuestras preferidas se refiere al Martini y al escritor, entonces corresponsal de la prensa aliada, específicamente el Toronto Star. En plena liberación, irrumpió en el elegante Hotel Ritz en la Plaza Vendome, en ese instante vacío pues había sido desocupado por las fuerzas alemanas y "tomó por asalto" el elegante bar. Los todavía asustados cantineros le preguntaron qué necesitaba y Ernest respondió "¡Cincuenta Martinis!" para él y su tropa. A Hemingway le gustaba en su Martini la proporción de quince medidas de gin por una de vermut y de cariño le decía "Montgomery", en alusión al controvertido militar británico, jefe aliado durante la  segunda guerra, de quien se decía no entraba en combate si su ventaja no era de quince a uno con respecto al enemigo.
  
9. Luis Buñuel. (1900-1983) El famoso director español, adoptado por México en el 49, tenía siempre en su refrigeradora una botella de ginebra inglesa con la que llenaba una fina copa triangular helada. La colocaba a trasluz junto a una botella de vermut Noilly Prat y dejaba atravesar la botella y la copa por un rayo de luz y listo. De esta forma su Martini adquiría la suficiente cantidad del licor de hierbas francés. Esta costumbre no dejaba de impresionar a sus buenos amigos de la Universidad de Madrid, Salvador Dalí y Federico García Lorca. La vasta producción fílmica de Buñuel está coronada por joyas surrealistas, como "Los Olvidados" (1950), "Nazarín" (1958), "Viridiana" (1961), "Tristana" (1970) y muchas otras más.
  10. Richard Nixon. (1913-1994) Controvertido abogado norteamericano, trigésimo séptimo presidente de Estados Unidos, nació en Yorba Linda California y falleció en Nueva York. Tuvo una importante participación en la radical campaña anticomunista del senador McCarthy. Años más tarde renunció a su cargo de Jefe de Estado por el escándalo de la ilegal interceptación telefónica, llamado el caso Watergate. Pero "Dick" tuvo también su "Martinigate". Según una leyenda popular, el aún presidente Richard Nixon diluyó sus penas en múltiples Martinis durante el espinoso proceso que terminaría en su expulsión de la Casa Blanca.
  11. Frank Sinatra. (1915-1998) Nos descubrimos para presentar al hijo predilecto de Hoboken, New Yersey, el más reverenciado e influyente entertainer masculino de toda la historia, famoso por su cristalina interpretación y su hedonismo. Con Dean Martin como patrocinador, todo el clan de Frank Sinatra hace suyo el Martini como una carta de presentación, teniendo como costumbre invitar cientos de ellos en los clubes de moda. La "Voz" y sus amigos Sammy Davis Jr., Peter Lawford, Ava Gardner, Humphrey Bogart y Elizabeth Taylor, entre otros, fueron grandes embajadores de esta mezcla que fluyó como un río al recibir Sinatra un Oscar por su actuación en el film "De aquí a la Eternidad"(1953) y al ser nominado a otro, a Mejor Actor, por "El Hombre del Brazo Dorado" (1955). Activista en contra de la segregación racial, ícono de Las Vegas, Católico practicante, amigo de los Kennedy y de los grandes capos de la Mafia, legó al mundo incontables éxitos musicales que influenciaron la cultura popular: "Fly me to the Moon", "Strangers in the Night", "My Way", "New York, New York". ¡Imposible escoger una!
  

12. DEAN Martin. (1917-1995) En 1945, un cómico de 18 años llamado Jerry Lewis conoce en Las Vegas a un cantante de cabaret, Paul Dino Crocetti, nueve años mayor, de nombre artístico Dean Martín. Actúan juntos, el seductor Martin y el alocado payaso Lewis triunfan. El espectáculo gusta, tienen vendidas sus funciones por años de adelanto, ganan una fortuna. Los diseñadores de imagen sugieren poner en forma permanente una copa de Martini en la mano de Dino. Le cae perfecto, hasta el nombre. Con el tiempo sería una de sus características más reconocidas. Debe ser el personaje que más Martinis ha tomado en su vida.
13. Truman capote. (1924-1984) Célebre escritor nacido en Nueva Orleáns, Louisiana. Nos cuenta su infancia: "Mi madre, mujer excepcionalmente inteligente, era la chica más guapa de Alabama. Todo el mundo lo decía, y era verdad. A los dieciséis años se casó con un hombre de negocios de veintiocho que provenía de una buena familia de Nueva Orleáns. El matrimonio duró un año. Ella era demasiado joven tanto para ser madre como para ser esposa; era además demasiado ambiciosa: quería ir a la universidad para tener una carrera. De modo que dejó a su marido; y, por lo que a mí se refiere, me puso al cuidado de su numerosa familia de Alabama". Según confesión propia, comenzó a escribir para paliar el aislamiento en el que transcurrió su infancia. Escribió mucho, todo bien, llegó a ser muy famoso, ganó todos los premios y siempre los acompañó con su infaltable Martini. "Un árbol de noche y otros cuentos" (1949), "El arpa de hierba" (1951), "Se oyen las musas" (1956) y "Desayuno en Tiffany’s" (1958) son parte de su producción, pero indudablemente su novela más famosa es "A sangre fría" (1966). Capote nos dice: "Los escritores, cuando menos aquellos que corren auténticos riesgos, que están dispuesto a jugarse el todo por el todo y llegar hasta el final, tiene en común con otra casta de hombres solitarios: los individuos que se ganan la vida al billar, dando cartas y tomando Martinis". 
El Martini y los Famosos.
1. Winston Churchill. (1874-1965) Gran estadista inglés, de figura inconfundible, lo recordamos con su cigarro puro y un clásico sombrero, es uno de los grandes protagonistas de la historia del siglo XX. Pero lo que nos interesa en este caso es su gran afición al Martini. Según su propia definición era un experto preparándolo y describía entusiasmado su receta. Su secreto era enfriar bien la ginebra junto con las copas. Escogía escrupulosamente la aceituna y tenía cerca una botella del mejor vermut seco. Luego de servir la ginebra y adornarla con la aceituna miraba fijamente la botella del fino vermut que tenía al costado de su copa de Martini, se concentraba por un momento y enseguida estaba listo su Dry Martini. Se dice que el General Patton (1885-1945) tenía la misma costumbre, sólo que dirigía su vista hacía Italia, a diferencia de Churchill que miraba hacia Francia.
2. Franklin D. Roosevelt. (1882-1945) Nacido en Hyde Park, Nueva York, llegó a ser uno de los presidentes más queridos en una época muy difícil para los Estados Unidos. Le tocó enfrentar la absurda ley seca norteamericana, que duró desde el 16 de enero de 1920 hasta mediados de 1933 en que el Presidente Roosevelt la derogó. El país entero festejo la derogatoria y el Presidente brindo públicamente con un Martini. Tiempo después se conocería que como cantinero, el jefe de estado era bastante informal ya que le añadía a sus Martinis un toque de anís en unos casos y en otros un chorrito de jugo de naranja. Roosevelt, en la histórica reunión de Teherán, durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943, ofreció a Stalin un Martini que él mismo preparó. El comentario del jerarca ruso fue: "está bien, me gusta, pero es algo frío y fuerte para el estómago".
 

3. Cole Porter. (1891-1964) Nació en Peru, pero no en la nación andina, sino en una ciudad de ese nombre del estado de Indiana. Es uno de los más grandes compositores de todos los tiempos, sus éxitos son innumerables. Para el Martini tiene elegida una adecuada música de fondo, clásica, inolvidable, estamos hablando del jazz y del blues. Este gran creador escribió bellas canciones muy adecuadas para el ritual del bar, como: "Make It Another Old-fashion, Please", "Say It with Gin", "Absinthe Drip", "Cocktail Time" o "Drink, Drink, Drink". Y si usted desea añadir una cereza o aceituna especial, que la melodía de Porter la interprete la exquisita Julie London.





  4. William Faulkner. (1897-1962) Escritor norteamericano nacido en New Albany, tiene una importancia capital en la literatura mundial. Se hizo famoso al escribir en 1929 la novela "El Ruido y la Furia". Luego viene un torrente de éxitos hasta que en 1949 obtuvo el Nóbel de Literatura. "Una fábula", es una de sus últimas novelas, fue publicada en 1954 y con ella obtuvo el premio Pulitzer. Amaba los whiskey sours y los Martinis que terminaron por matarle, pero era incapaz de escribir sin antes tomarse unas copas: "Cuando bebo el primer Martini me siento más grande, más sabio y más alto. Cuando bebo el segundo, me siento superlativo. Cuando tomo alguno más, ya nada puede detenerme".
  5. Bernard de Voto. (1897-1955) Reconocido escritor y periodista norteamericano. Por su excelente ensayo histórico "Across the wide Missouri" ganó el  Premio Pulitzer en 1948. Buen bebedor de Martinis, como todo escritor que se aprecie, acuñó una famosa frase: "Este coctel es el regalo supremo norteamericano a la cultura mundial". En otra de sus odas al buen beber señala: "No puedes mantener un Martini en el refrigerador más de lo que mantendrías un beso. La apropiada unión del gin y el vermut es una gran y súbita gloria, es uno de los matrimonios más felices en la Tierra y uno de los más breves". Ante estas palabras no podemos más que disfrutarlo con ciertas reglas y mucho respeto a la ceremonia. Por ejemplo, no se toman Martinis estando despeinados, transpirados o en zapatillas.
  . Joseph Pla. (1897-1981) Periodista y escritor español, nació en la localidad gerundense de Palafrugell el 8 de marzo de 1897 y falleció en Mas Pla de Llofriu, el 23 de abril de 1981. En alguna ocasión manifestó que formaba parte "de una pequeña tribu catalana", cuyo paisaje y gentes contribuyeron a forjar su carácter. Así, con su punto de vista singular, dejó como legado una representación de la realidad catalana y se convirtió en un auténtico punto de referencia de la cultura de su época. Su obra completa publicada por la Editorial Destino, llena una colección de 45 tomos. Resulta para nosotros especialmente interesante el libro de cocina de Pla, "El que hem menjat" (1972). Más producción. imposible. Joseph Pla era un gran admirador del Martini, del que se consideraba una autoridad. Sin lugar a dudas al "Maestro" hay que creerle todo.
  
. Humphrey Bogart. (1899-1957)  Nació en el seno de una prominente familia de New York. Su padre fue Forest Bogart, médico de Manhattan, y su madre, Maud Humphrey, brillante pintora. Ambos alcohólicos. De su cuna se explica su nombre y sus genes para la bebida. Logró su primer éxito cinematográfico en "El bosque petrificado" (1936), de Archie Mayer, interpretando al gángster Duke Mantee, gran bebedor de Martini, bebida indispensable para todo jefe de la mafia. Pero fueron dos producciones las emblemáticas para la historia del Martini: "El halcón maltés" (1941), de John Huston, en la que encarnó al explosivo y bebedor detective Sam Spade, y por supuesto la eterna "Casablanca" (1942), de M. Curtís. Le concedieron el Oscar por su papel en "La Reina de Africa" (1951), de John Huston. Se casó en 1946 con la actriz Lauren Bacall con la que tuvo dos hijos. Falleció el 14 de enero de 1957 de cáncer de garganta en Los Ángeles, California. Se le atribuyen decenas de frases relacionadas al beber y a la bebida, pero nos quedamos con sus supuestas últimas palabras, en el lecho mortal: "No debí cambiar del Scotch a los Martinis". Si existe un paraíso, en él nos imaginamos al gran Bogie sentado a la barra del Rick´s Café sosteniendo un Martini doble en la mano derecha, escuchando los acordes de Sam al piano y recordando París


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